Carta de Soraya

El camino no ha sido siempre fácil, sin embargo la
esperanza, los sueños e ilusiones no han dejado nunca de estar
presentes. Sueños de los cuales ustedes han sido cómplices
incondicionales, algunas veces caminando a mi lado, cantando conmigo, o
llevando mi mensaje de esperanza a esos lugares a los que físicamente
no he podido llegar. Por eso, mil gracias.

Durante este tiempo juntos, las páginas de mi
diario interno se han mantenido siempre activas. Algunas se han llenado
con historias que muchos de ustedes han querido compartir conmigo por
medio de e-mails o cartas, otras por experiencias vividas juntos y
algunas más por pensamientos personales nacidos de su generosidad. De
estas últimas páginas, he tenido el privilegio de compartir algunas en
diferentes formas, mi página web, mis entrevistas, mis canciones, o en
mis conciertos en donde sus aplausos alimentaban mi corazón.
Últimamente estas páginas han dejado de ser internas y se han
convertido en páginas compartidas, sólidas y llenas de sinceridad,
creando un libro que espero sea la respuesta a muchas preguntas que no
han sido aún elaboradas o contestadas.

 

El permitirme escribir mi historia me hizo confirmar que si bien las
recompensas materiales son necesarias para el diario vivir, las
recompensas espirituales son las que realmente me han permitido vivir
ésta vida. Toda esa energía positiva, todo ese amor que un día logré
compartir con ustedes lo he recibido siempre de vuelta multiplicado en
un millón.

Gracias por abrir sus corazones a mi música, sin sus oídos mis
canciones serían sólo un sueño. Mi arte ha sido siempre por ustedes y
para ustedes. Espero que les permita sentir, pensar, apreciar,
cuestionar, añorar y sobre todo, amar.

Mi jornada hoy día no es fácil, pero quiero que sepan que su apoyo
incondicional ha estado siempre en mi corazón. No tengo duda que cada
experiencia vivida, por simple o complicada que sea, ha contribuido a
la sólida base de mi existencia y ha hecho que cada momento de mi vida
sea especialmente importante. Como dije antes, he cumplido mi sueño y
el día de hoy no puedo pedir más.

Mi misión empezó como un sueño y se convirtió en una realidad por
ustedes. Hoy ha dejado de tener sólo mi voz y crece día a día por medio
de las suyas. No importa si tuvimos la oportunidad de sonreír cara a
cara o no, cada uno de ustedes ha sido y serán siempre una bendición
para mí.

Mi historia física puede llegar a su fin, pero estoy segura que la
que existe en el corazón de ustedes seguirá presente por la eternidad.
Confío en que mi existencia dejará huella en la vida de ustedes
beneficiando en un futuro a muchas mujeres y que la luz de mi vida
iluminará la de muchas familias más. No hay dolor en vano porque la
esencia de la vida consiste en trascender en los demás y en regalar el
valor de mi experiencia y de mi lucha para hacer de sus días un mejor
existir. Aun no alcanzamos la meta, pero se que día a día estamos mas
cerca de ella. Hoy no pierdo esta batalla porque sé que lo que he
luchado no es en vano, si no que ayudará a vencer una batalla mayor, la
de la detección temprana y prevención de este terrible mal.

Ahora les toca a ustedes seguir con nuestra misión. Deseo de corazón
contagiarles mi amor a la vida y que seas tú un canal que lleve a mucha
gente este mensaje que puede salvarles la vida. Te pido comprendas la
oportunidad que tienes ahora de prevenir un enemigo que puede acabar
con tu vida.

¡No se dejen vencer! Hay mucho camino que recorrer y esta lucha vale la pena.

"…Cuando sólo escuchas el latido de tu corazón. Encontrarás entre su ritmo y el silencio la razón…"

Con amor

Soraya