Las componendas entre Televisa y TV Azteca –sometida ésta a la primera– para censurar al extécnico nacional Javier Aguirre y ocultar los casos de dopaje de los futbolistas Salvador Carmona y Aarón Galindo, así como para no criticar a la Selección y a su actual entrenador, Hugo Sánchez, son reveladas a Proceso por el comentarista David Faitelson.

Pero no sólo eso. También cuenta los detalles de “la traición y maltrato” de directivos y comentaristas del canal del Ajusco contra José Ramón Fernández, a quien, dice, pusieron al frente del programa "Joserra presenta" “para hundirlo”.

TV Azteca “es socia” de Televisa y entre ambas tienen “un pacto para no lastimar a la industria, al negocio” que representa la Selección nacional, y por ello no hay críticas al equipo ni al técnico Hugo Sánchez, afirma David Faitelson, excomentarista y exjefe de Deportes del canal del Ajusco.

Sostiene que TV Azteca “está sometida” a las decisiones de Televisa. Por ello, explica, ocultó el doping de los futbolistas Salvador Carmona y Aarón Galindo en la Copa Confederaciones de Alemania 2005 y aceptó censurar los comentarios del extécnico nacional Javier Aguirre durante esa misma competencia.

Faitelson trabajó 25 años en la empresa propiedad de Ricardo Salinas Pliego y actualmente lo hace en la cadena estadunidense de televisión por cable ESPN.

En entrevista con Proceso realizada el martes 6, da su versión acerca de cómo se gestó “la traición” al excomentarista estrella de TV Azteca José Ramón Fernández:

A las cuatro de la tarde le ordenaron que cinco horas después se despidiera en el noticiario de Javier Alatorre. Fue muy triste. Por si fuera poco, el programa Joserra presenta –el último que condujo en TV Azteca– lo concibieron para sepultarlo, para hundirlo.”

La censura

Cuenta Faitelson: “Un acuerdo (entre las televisoras) se hizo evidente en la Copa Confederaciones de 2005, en Alemania, cuando se destapó el escándalo de Carmona y Galindo. José Ramón hizo todos los movimientos para que Javier Aguirre, quien estaba dirigiendo al Osasuna, se trasladara de España a Alemania para comentar el partido que México jugó en Frankfurt contra Grecia (22 de junio). Aguirre hizo los comentarios para la transmisión de TV Azteca, pero Televisa se quejó, y como el juego lo pasaron diferido, lo editaron en México y suprimieron sus intervenciones”.

–¿En qué afectaba a la competencia la presencia de Aguirre?

–Ellos (los directivos de Televisa) dijeron: “Si ustedes llevan a Aguirre nosotros tenemos que enviar a alguien importante”. El convenio había sido que no lleváramos a alguien importante, pero José Ramón convenció a Aguirre para que narrara el juego; sin embargo, cuando Aguirre hablaba metían puentes con audio original. Ahí empezó realmente una presión muy dura sobre José Ramón.

Faitelson refiere lo que pasó ese día: “Estábamos en Frankfurt, fue terrible. Yo estaba ahí cuando José Ramón grabó el anuncio de que Carmona y Galindo dieron positivo por doping. Mandamos la cinta, pero TV Azteca decidió no pasarla al aire. En ese momento me enojé mucho con la gente que mandaba desde México; José Ramón y yo estábamos muy tristes. Entonces me fui a la televisión alemana, ZDF, y les dije: ‘Hay un caso de doping en la Selección Mexicana. ¿Lo quieren?’. Y entonces me entrevistó la televisión alemana y de esa manera indirecta dimos a conocer el caso.

“Después la noticia se filtró por otras partes, pero realmente hubo una censura. José Ramón grabó en el estadio de Frankfurt la entrada de la nota con cámara de frente en la que decía: ‘Señoras y señores, olvídense de los rumores, olvídense de la desinformación. El asunto de Carmona y Galindo es que fueron separados de la Selección por una cuestión de doping’. Y eso fue parado materialmente en las oficinas de TV Azteca en México, porque entre las dos empresas decidieron proteger a la Selección y no decir nada, hasta que el tema se destapó por otra parte.”

–¿Acudió a denunciar el caso de Carmona y Galindo a la televisión alemana por impotencia ante la censura de su propia empresa?

–Sí, porque era una nota exclusiva que José Ramón había conseguido por sus contactos en Alemania, y decidieron bloquearla. Entonces, por impotencia, por coraje, busqué a los alemanes, que ya andaban con rumores sobre la nota; no se explicaban cómo habían desaparecido los dos jugadores de la Selección. Y se los confirmé. Dije: “Que rebote por otra parte si no me permiten pasarlo en mi propia compañía”.

–¿Quién impidió que se difundiera la noticia del doping?

–Hablamos a México y Manolo González, productor de Los protagonistas, quien por cierto ya también salió de TV Azteca, nos dijo que había recibido órdenes de arriba para no pasar el reporte de José Ramón.

–¿Considera que la censura provino de Televisa?

–Sí, claro. Obviamente el problema grave de Televisa era José Ramón, porque se interponía y exigía que hiciéramos algo diferente, pero ahora ya no tienen ese tipo de obstáculos.

–¿Televisa y TV Azteca han pactado su barra de programación?

–Se han puesto de acuerdo en las transmisiones conjuntas de la Selección Mexicana, de los Mundiales, de Los Juegos Olímpicos y en no atacar sus propios intereses. La crítica a la Selección está censurada.

“Hay por ahí una frase en la televisora, muy popular: ‘no hay que lastimar la industria’. A nosotros nos las repetían una y otra vez. Aunque con ese acuerdo se perdió la competencia, la búsqueda de la noticia exclusiva, del periodismo, todo por el afán de mantener arriba el negocio.

–¿TV Azteca ha cedido a las imposiciones de Televisa para seguir siendo privilegiada en cuanto a la transmisión de los juegos de la Selección?

–Es que TV Azteca pagó mucho dinero para estar con la Selección. Se habló de 45 millones de dólares. José Ramón encabezaba un grupo que era muy crítico hacia la Selección; se hablaba con libertad, con fuerza, pero al momento en que TV Azteca entró con la Selección, las reglas fueron diferentes.

–¿Dónde quedó la competencia en la transmisiones de los juegos de la Selección nacional?

–Aparentemente el transmitir juntos los partidos de la Selección Mexicana iba a ayudar a la competencia, pero fue todo lo contrario. El intento de democracia para que la gente eligiera por qué televisora prefería ver el partido se convirtió en un negocio para TV Azteca y Televisa. Cada una pone a sus mejores comentaristas, pero no pueden moverse: si una televisora tiene un hombre en cancha, la otra tiene un hombre en cancha; si uno de TV Azteca hace color, otro de Televisa hace color. Así se maneja. ¡Y siempre con una ventaja para Televisa!

“Por ejemplo, en la final México-Brasil del Mundial Sub-17 íbamos parejos: las mismas ventajas, las mismas posibilidades, mismo programa al final, y resulta que tuvieron la entrevista con Giovanni dos Santos al terminar el juego porque negociaron todo. Televisa negocia todo y se lo vende a TV Azteca. Ellos toman sus ventajas.

–Y también parece que Televisa tiene el control en la Federación Mexicana de Futbol.

–Sí, con Decio de María y con Justino Compeán, que es empleado de ellos. Después de ocho años de mandato de Alberto de la Torre, que no era gente de Televisa directamente, ahora el control es absoluto, total. Decio y Justino cobran sueldo en Televisa y están puestos ahí para cuidar sus negocios, nada más. Tratan de ser parejos con las dos televisoras, pero cuando tienen que meter mano la meten por la compañía que les paga.

–En la presentación del nuevo técnico de la Selección nacional, Hugo Sánchez, ¿cuál televisora obtuvo ventaja?

–Ahí fueron muy parejos. Tuvimos el mismo tiempo de duración en la entrevista, pero en su momento Hugo también jaló para Televisa. Ahora Hugo no tiene problemas, porque tampoco enfrenta mucha oposición en TV Azteca. Pero tiene vetado a ESPN, y no sé si también a Fox Sports. Sin embargo, él dice que por contrato tiene que hablar más con Televisa y TV Azteca. Perfecto, pero a nosotros no nos habla.

–¿En qué otras áreas obtiene ventaja Televisa?

–TV Azteca se quedó con Cruz Azul y ningún otro equipo con convocatoria nacional, pero los clubes de rating nacional, América, Chivas y Pumas, juegan en la pantalla de Televisa. Y cuando en su momento se les sugirió establecer una paridad, un equilibrio, obviamente no les gustó.

Y anticipa: “No habrá un nuevo reparto. Chivas significa mucho rating en televisión y no lo van a soltar por nada del mundo. El asunto fue que cuando Jorge Vergara entró al futbol, hace cinco años, empezó a decir que lo mejor hubiera sido que Chivas jugara en una empresa que no fuera Televisa. Hubo algunas voces en el Jalisco que gritaban: ‘¡Fuera Televisa!’ cuando el arbitraje era malo, pero Vergara luego se calló, y en una junta de dueños de equipos salió en la misma camioneta que el dueño del América y Televisa. Ya lo aplacaron”.

–¿TV Azteca fue la gran perdedora de ese convenio?

–Por supuesto, y ese pacto nos amarró a todos las manos y nos cerró la boca a muchos.

–¿En TV Azteca existe un manual de comportamiento por esa adherencia a Televisa o a la Federación Mexicana de Futbol?

–No, pero siempre había línea: “no te metas con la Selección”; “cuidado con la Selección, que es negocio”; “no le peguen a Hugo”, “no le peguen a aquel”. Y a veces José Ramón rebasaba esa línea.

La salida

Faitelson está molesto por la manera en que salió de TV Azteca el creador y titular de DeporTV y Los protagonistas, José Ramón Fernández, luego de 34 años de servicio. “La traición se hizo desde la Dirección General de la televisora y pasó por el departamento de Deportes”, asegura, y anuncia que a comienzos del año entrante publicará un libro en el que, entre otros temas, abordará esta historia.

Afirma que en el caso de José Ramón, de hecho “hubo muchas traiciones; eso está claro”.

Explica: “Hubo muchas personas a las que él ayudó, que él vistió periodísticamente, que él impulsó, que les dio cobijo y que al final le dieron la espalda de manera artera y sucia. Se me hace muy injusto que un hombre con 34 años en una empresa, luego de haber sido un líder de periodismo, un maestro, tenga una salida tan poco digna”.

–¿Cómo fue que salió José Ramón de TV Azteca?

–De una manera muy triste. Después de 34 años de labores le ordenaron un homenaje a las cuatro de la tarde para que se despidiera a las nueve de la noche en Hechos, el noticiario de Javier Alatorre. Es increíble, pero así se fue. Muchos ejecutivos de la empresa a los que quizá no trató bien en su momento se cobraron viejas facturas, pero también se dio la colaboración de mis excompañeritos. Muchos de ellos siguen ahí, felices y sonriendo frente a las cámaras, cobrando una buena plata, y fueron partícipes de esa traición.

–¿Actuaron por consigna?

–Claro. Había una colaboración directa entre un grupito que le fue moviendo el camino a José Ramón. Algunos directivos con voz y mando en TV Azteca le comunicaban lo que querían al dueño de la empresa. Así se jugó el asunto. Esa gente decidió que José Ramón era inoperante, caduco, senil, que estaba enfermo. Para forzar su retirada le inventaron muchas cosas, aprovecharon el momento de su enfermedad y por ahí se metieron. Por eso, si mi responsabilidad con esa pequeña parte de la historia del periodismo deportivo es contar la historia, la voy a contar.

–¿Tal y como fue?

–Sí, con nombres y apellidos, con acciones y con responsables directos de quiénes fueron los que traicionaron a José Ramón.

–¿Y quiénes fueron, David?

–Bueno, los nombres están ahí. No voy a adelantarme a los tiempos; por ahora no voy a soltar nombres. Pero los nombres son visibles: tres, cuatro, cinco o seis de los señores que están al aire en este momento traicionaron a José Ramón.

–¿José Ramón estorbaba en TV Azteca?

–Por supuesto que les estorbaba, y ellos buscaron la fórmula para echarlo de la empresa. Lo tuvieron ahí después un año por la buena voluntad del dueño de la televisora, pero nada más. Nunca hubo un deseo de regresarlo, pues era una condición tenerlo relegado como asesor del señor Salinas, pero José Ramón no hacía nada. Después le pusieron un programa ridículo, Joserra presenta, para evidenciarlo. También fue con mala leche del director general de TV Azteca (Mario San Román). El programa que le dieron a José Ramón fue para sepultarlo, para terminar de hundirlo.

“Había una sed de venganza absoluta sobre José Ramón. Le inventaron historias terribles, que tenía cáncer, que era drogadicto, y esos rumores salieron de ahí mismo, de TV Azteca.”

–Por lo pronto, Televisa ya tomó la delantera de esta coyuntura, al menos en los avances que presenta con miras a los Juegos Olímpicos de Beijing.

–Saben bien que en muchas cosas están de acuerdo. José Ramón decía que muchos ejecutivos de TV Azteca a veces sueñan con quedar bien con Televisa, para algún día trabajar ahí. Eso obviamente que les dolía. José Ramón sentía los colores de TV Azteca; los llevaba impregnados en su pecho. Sudó, trabajó durante muchos años, y los ejecutivos, no. Si los directivos tienen mañana un sueldo mejor y una mejor posibilidad en Televisa, van y firman con Televisa.

“Tampoco había un mercado libre (entre las televisoras), una lucha real por el rating. Muchas cosas están pactadas y están de acuerdo: ‘Tú pierdes en esto y yo en esto’. Y en el futbol así es. Esta negociación con la gente de Televisa nunca le gustó a José Ramón, pero estos nuevos ejecutivos, en un afán por lo que llamaban ‘proteger la industria’, lo fomentaron y lo hicieron.

“No lo puedo comprobar, pero siendo un poquito maquiavélico e iluso, ve a saber si la salida de José Ramón no fue pactada directamente con Televisa. Imagínate cómo está la situación, porque algunos de los ejecutivos de TV Azteca están apegados aparentemente al señor Salinas, pero no trabajan totalmente para él.”

–¿Llegó a percibir cómo prepararon el terreno para la salida de José Ramón?

–Uno va viendo algunas cosas adentro y José Ramón no parecía darse cuenta de lo que estaba ocurriendo a su alrededor. Reaccionó demasiado tarde, cuando ya estaba desarmando.

–¿Esa situación lo movió a usted a buscar un nuevo derrotero?

–Sí, por supuesto. Sabía que desde el primer día en que echaron a José Ramón debía tomar la puerta y salirme. Pero no tenía nada listo y necesitaba mantener una familia. Sólo esperé el momento propicio, y cuando ESPN me dijo: “ahora hay una oportunidad”, la tomé enseguida. Eso está claro. Sabía que estaba fuera de lugar.

–¿Por qué José Ramón guardó silencio el día de su despedida?

–Porque estaba enfermo. Tenía un problema muy grave en el estómago, del que al final fue operado. Él estuvo muy cerca de una desgracia. Se fue quedando solo, lo sentía, y esa presión de quedarse solo también le fue afectando su salud. Por ello no pudo hablar ni decir nada aquella noche. Le dijeron: “Esto es lo mejor, esto tienes que hacer, y se acabó”. Esa noche hubo lágrimas de mucha gente en el estudio, gente que lloraba solamente de fantasía, que lloraba de hipocresía, gente que en el fondo lloraba de felicidad.

–Pero antes también se la cobraron al hijo de José Ramón.

–Eso también fue una gran injusticia, porque ahí también la gente que fue acumulando venganza y traición enseguida descargó la batería, ¿Y cómo le haces daño a José Ramón?, hazle daño a su hijo. Eso está muy claro. Entiendo que Jose a lo mejor se equivocó un poquito en las fórmulas, los caminos, los laberintos de una empresa siendo todavía muy joven, pero tampoco era la forma de tratarlo, de echarlo, enviándolo a trabajar a TV Azteca Tijuana. Fue como mandarlo al exilio, como desterrarlo.

El pasado domingo 4, José Ramón Fernández quedó desvinculado de TV Azteca, cuando ESPN anunció la incorporación a sus filas del veterano comentarista deportivo, quien durante 34 años dirigió el programa de deportes con mayor antigüedad en la televisión local, DeporTV.
Semanario Proceso

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