El Vicariato de Roma ha negado los permisos para poder rodar en las iglesias de Roma la nueva película del director estadounidense Ron Howard, Ángeles y Demonios, adaptación del libro del mismo título de Dan Brown que también tiene como protagonista el actor Tom Hanks.
Así lo ha revelado la revista semanal Sorrisi e Canzoni, que sale hoy y que ayer anticipó a los medios de comunicación el artículo dedicado a la película. La revista afirma que la producción estadounidense había pedido hace un año los permisos al Vicariato de Roma y al Ministerio del Interior italiano para poder rodar en las iglesias de Santa María del Popolo y Santa María della Vittoria, dos de los lugares donde se desarrolla la trama del libro. Pero la diócesis romana se negó a conceder los permisos para rodar en el interior de las dos iglesias. “Concedemos a menudo la entrada a nuestras iglesias para películas que tengan una finalidad o compatibilidad con el sentimiento religioso, pero no a aquellas que puedan perjudicarlo”, explica a la revista Marco Fibbi, uno de los portavoces de la Diócesis de Roma.
De esta manera, Howard, que comenzó el rodaje del film hace unos días en Roma, se ha tenido que conformar con rodar sólo las escenas de exterior en la Plaza del Popolo o la Plaza de la Rotonda, junto al Panteón. Ante esta negativa, el director estadounidense recreará en Caserta -sur de Italia- algunos de los escenarios del interior del Vaticano y de las iglesias, mientras que el resto se reproducirá en los estudios de Los Ángeles.
La historia, que se desarrolla principalmente en Roma y Ciudad del Vaticano, tiene como protagonista al actor estadounidense Tom Hanks, que interpretará al profesor Robert Langdon, al igual que en otra película basada en un libro de Brown, El Código da Vinci. El papel de la investigadora Vittoria Vetra será interpretado por la israelí Ayelet Zurer, mientras que el británico Ewan McGregor será el camarlengo Carlo Ventresca.
Ésta no es la primera vez que el Vaticano niega permisos de rodaje en iglesias o en su territorio. Hace poco, en julio de 2005 el equipo de Misión imposible 3, protagonizada por Tom Cruise, se encontró con que el Vaticano le prohibió rodar en su territorio, por lo que también utilizó el Palacio Real de Caserta para recrear los interiores de la Santa Sede.