Los miserables, cinco años de filmación en los suburbios de París

Cannes. Los disturbios de 2005 en Francia estallaron en los suburbios donde creció. Ahora, el director Ladj Ly, que empieza a ser conocido como el Spike Lee francés, aporta al Festival de Cannes su mirada sobre esta juventud encolerizada.

Todo lo que hay en esta película se basa en vivencias personales, explica Ly, de 39 años, sobre su primer largometraje, Los miserables, presentado ayer en liza por la Palma de Oro.

Para Ly, el suburbio a las afueras de París en el que vive es su plató: Montfermeil, cerca de Clichy-sous-Bois, mecha de la revuelta urbana de 2005 en Francia, después de que dos adolescentes murieran electrocutados al huir de la policía.

Esta ola de violencia, con un trasfondo de pobreza y desempleo y sin parangón desde mayo de 1968 en el país, fue lo primero que este autodidacto, hijo de padres malienses, empezó a filmar.

Para este largometraje, durante cinco años filmé todo lo que pasaba en el barrio, sobre todo a los policías. Tomaba mi cámara y los grababa, hasta el día en que filmé un verdadero enfrentamiento a causa del robo de un pequeño león de un circo gitano, explica.

Los miserables, en alusión al libro de Víctor Hugo, es un retrato de las tensiones latentes entre los policías que imponen la ley a su manera y los jóvenes que compensan su falta de perspectivas a base de rebeldía, hasta el día en que el vaso se desborda y estalla la violencia.

Los suburbios son polvorines: hay clanes y pese a todo tratamos de vivir juntos para que no haya desmanes. Es lo que muestro en el filme, cómo cada uno se las arregla en su día a día para salir adelante, agrega este cineasta, quien recuerda haber sido controlado por primera vez por la policía cuando tenía 10 años.

Ly, si bien saca a relucir la cólera de los jóvenes que se sienten abandonados por la sociedad, también trata de evitar caer en el maniqueísmo y demonizar a las fuerzas del orden. Los policías también están en modo de supervivencia, también viven la miseria, afirma.

Su barrio, de 5 mil 400 habitantes y con un desempleo de 40 por ciento, además de su escenario es sede de la escuela de cine que fundó junto al colectivo artístico Kourtrajme, formado por figuras como el grafitero de renombre internacional JR, originario del mismo suburbio.

AFP