La película de Martin Scorsese, The Irishman, con el legendario dúo Robert De Niro-Al Pacino, tendrá una proyección muy limitada en cines antes de su emisión en la plataforma de Netflix, que la produce.
El rodaje de esta esperada cinta de gángsters costó 175 millones de dólares y se inscribe en las superproducciones con las que Netflix trata de colocarse en la industria cinematográfica tradicional, mientras defiende su modelo económico que privilegia su plataforma sobre las salas de cine.
La estrategia hace rechinar los dientes a Hollywood, donde algunos famosos, como el director Steven Spielberg, presionan para que las películas hechas especialmente para plataformas de streaming se declaren no elegibles para los Óscares.
Actualmente, las normas de la Academia del Cine de Estados Unidos exigen que un filme se proyecte durante al menos siete días en el área de Los Ángeles para competir en los Óscares.
En su afán de combinar sus intereses comerciales con sus ambiciones por los Óscares, Netflix anunció el martes que The Irishman se estrenará en algunas salas de Los Ángeles y Nueva York el primero de noviembre y en otras ciudades de Estados Unidos y de Reino Unido el día 8.