Tratan como delincuentes a porno stars

Una explicación a propósito del “aseguramiento” e “invitación para abandonar el país” de cinco estrellas porno europeas, es lo que pide Salvador Diago, director de la compañía productora y distribuidora de cine para adultos, International Film Group, al Instituto Nacional de Migración de México.

El viernes pasado, luego de haber hecho un par de shows en el Festival Erótico de la Ciudad de México, las actrices Katsumi, Claudia Claire, Rita Falrojano, Jane Darling, así como el actor Nacho Vidal, que vino a presentar su biografía, fueron interceptados por personal del INM en el estacionamiento de la sede.

El INM aseguró a esta sección que el motivo de la detención de los porn stars fue porque “se comprobó que realizaban actividades distintas a las declaradas ante las autoridades migratorias”, es decir: estaban trabajando cuando ingresaron al país como turistas.

Diago, invitado a participar en el Primer Festival Internacional de Cine Erótico de México, que se llevó a cabo entre el jueves y el domingo pasados, en la Sala de Armas de la Magdalena Mixihuca, afirmó que las actrices y el actor que fueron “asegurados” por el INM , sólo venían a hacer promoción de sus filmes y no a realizar actividades lucrativas sin permiso.

El empresario, visiblemente enojado, aseguró que el actor y las actrices trabajan para él en España. Las actividades que realizaron fueron de promoción, razón por la cual no estaban incluidas en el programa del festival.

A partir de la detención, cuenta Diago, se mantuvo incomunicadas a las actrices, las cuales aún portaban el vestuario del show. Fueron llevados a la Coordinación de Verificación Migratoria, en Polanco, donde fueron atendidos por el licenciado Fernando Celada, subdirector de Control Migratorio. Posteriormente se les trasladó a la Delegación Migratoria, en Iztapalapa, donde tendrían “un trato VIP”.

“Fuimos tratados como auténticos delincuentes”, denunció el empresario, quien recurrió a las embajadas de España y Francia en México para que intervinieran en la agilización de los trámites. Diago añade que desde el principio se les dijo que el “aseguramiento”, que no la detención, era un trámite que no tardaría más de una hora y que finalmente se extendió por casi 24 horas.

El productor dijo que un tal licenciado Federico Diego López, jefe del Departamento de Visitas de Verificación, estuvo en todos los sitios a donde fueron llevados, pero sólo hasta que apareció, el sábado, el licenciado Fernando Ochoa Buenrostro, director de Verificación y Control Migratorio, pudieron resolver la situación.

Se multó al empresario con 50 mil pesos y se invitó a las actrices y los actores a “abandonar el país”. Firmaron unos papeles en los que aceptaban su culpabilidad y tomaron el primer vuelo que encontraron “a cualquier parte del mundo”.

Diago reitera que este trato no lo han recibido en ningún país. Asegura que la estación migratoria era una cárcel, que Katsumi, quien ya está en Los Ángeles, California, sufrió un shock, y que Rita Fardojano no fue atendida adecuadamente de una herida que se hizo en la mano cuando golpeó la pared, producto de la desesperación.

En estos momentos, el gabinete jurídico de Diago analiza la posibilidad de entablar una demanda o de exponer una denuncia ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos. El empresario está seguro de que el culpable “es un funcionario”, y no el pueblo mexicano “que nos recibió de maravilla”.

“Si las actrices estaban incurriendo en un delito al bailar, ¿por qué agarraron también a Nacho Vidal, quien sólo venía a presentar un libro? ¿Por qué detuvieron también a otras tres bailarinas sudamericanas, dos de ellas con permiso para trabajar en México?”, se pregunta Diago, quien antes de partir a España sólo pide “no una disculpa, pero sí una explicación.”

Juan Solís
El Universal