Mexicano Guillermo Arriaga gana en Cannes

Cannes, Francia, 21 de mayo. El mexicano Guillermo Arriaga, galardonado este sábado con el premio al mejor guión del Festival de Cannes, por la película Los tres entierros de Melquiades Estrada, es un contador sin par de las profundidades humanas.

Autor de novelas como Un dulce olor a muerte (en la que aparece ya el personaje Melquiades Estrada) y El búfalo de la noche, Arriaga se convirtió en guionista de prestigio internacional con dos películas de su compatriota Alejandro González Iñárritu, Amores perros y 21 gramos.



La Palma de Oro de la 58 edición del Festival de Cine de Cannes fue para L’enfant (El niño), de los belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne; el Gran Premio fue para Broken flowers (Flores rotas), de Jim Jarmusch (Estados Unidos); el Premio del Jurado fue para Shangai dreams (Los sueños de Shangai), del director chino Wang Xiaoschuai. La mejor dirección fue para Michael Haneke por la película francesa Caché.

El mejor actor resultó Tommy Lee Jones por su papel en The three burials of Melquiades Estrada (Los tres entierros de Melquiades Estrada), misma cinta que dirigió; y en su equivalente femenino el reconocimiento se lo llevó Hanna Laslo por su papel en Free zone (Zona libre), del israelí Amos Gitai.

El premio al mejor cortometraje fue para Podorozhni, de Igor Strembitsky (Ucrania), y la mención especial fue para el trabajo Clara, de Van Sowerwine (Australia). Además la Cámara de Oro para Me, you and everybody (Yo, tú y todos los demás), de Miranda July (Estados Unidos) y Tawa dura yanna, de Vimukthi Jayasundara (Sri Lanka).

Guillermo Arriaga escribió y dirigió su primera película, Campeones sin límite en 1997. Dos años después adaptó a la pantalla Un dulce olor a muerte, pero fue con Amores perros que se reconoció internacionalmente su audaz estilo, caracterizado por una narración con permanentes idas y vueltas y un intenso dibujo de los personajes.

Dirigida por Tommy Lee Jones, Los tres entierros… se inicia con el encuentro en el desierto del cadáver de un hombre muerto a balazos. Es el de Melquiades Estrada, mexicano inmigrante clandestino y que trabaja en un rancho.

La policía local no hace ningún esfuerzo para aclarar el crimen, y entierra precipitadamente el cadáver. Pete Perkins, segundo al mando en el rancho y gran amigo de Melquiades, descubre que quien lo mató fue un guardia fronterizo, desentierra el cuerpo y obliga al homicida a acompañarlo en un insólito recorrido para cumplir su promesa: enterrar a Melquiades en su aldea mexicana.

Un viaje a caballo, filmado en imponentes paisajes, con tonos épicos de western y salpicado de encuentros con personajes conmovedores, será revelador para los dos hombres.

Pero más allá de la historia, el guión de Arriaga plantea de manera punzante el drama de los mexicanos emigrantes indocumentados en Estados Unidos.

En entrevista dada la víspera del palmarés, el director reconoció que su película “es muy política”.

Al recibir el premio en Cannes, Guillermo Arriaga se lo dedicó a sus compañeros del equipo del filme a su familia y “a todos los mexicanos, de uno y otro lado de la frontera”.