La película “La chispa de la vida” ha llevado al director de cine, Alex de la Iglesia, a Cartagena donde está rodando su última película con el citado título que recuerda el eslogan más conocido de la publicidad, junto a la actriz mexicana Salma Hayek y José Mota, entre otros actores españoles. Hoy han llevado a cabo una comparecencia pública donde indicaban que rodar en el teatro Romano de la ciudad mediterránea por excelencia “ha sido una delicia” ante los más de dos mil años de historia que los contemplan.

Alex de la Iglesia ha retomado su profesión con total entrega tras su controvertida dimisión como presidente de la Academia de cine. En agradecimiento a los cartageneros que han sido muy amables según el director bilbaíno, “queremos que la película vea la luz en octubre, y que pase por algunos de los grandes festivales de otoño. Pero primero habrá un pase en Cartagena”, a modo de estreno mundial.

Salma Hayek ha manifestado que con su personaje se reivindica el papel de la mujer dentro de la familia: “Las mujeres somos capaces de sentir amor incondicional y actuar por él, en especial cuando se trata de la familia. Somos esposas, madres y, a su vez, somos heroínas ocultas, que tienen que ser fuertes por sus seres queridos y, además, no son las protagonistas”, afirmaba la mexicana.

José Mota interpreta a Roberto, un parado de hoy, que no encuentra trabajo y cuyo único refugio es el cariño hacia su mujer, sus hijos y sus recuerdos. Ante el abandono de sus amigos, busca consuelo en el hotel de su luna de miel. Sin embargo, al llegar allí, descubre que el hotel es ahora un museo construido a raíz del descubrimiento de un teatro romano. Allí mismo Roberto tiene un accidente: tropieza, cae y se clava una barra de hierro en la cabeza. Se halla ahora en unas circunstancias más difíciles todavía. “El protagonista se encuentra paralizado, en una situación en la que si se mueve puede morir. Una situación de crisis y desamparo, similar a la situación de crisis que vivimos precisamente ahora y en la que si nos movemos, morimos”, comenta De la Iglesia.

Via: El Mundo