Azerbaiyán arrasó en la 56 festival edición del festival europeo de la canción (Eurovision), en Düsseldorf. Nunca antes habían alcanzado la victoria, aunque ya habían avisado de su remoto potencial en todos los pronósticos.

España, en cambio, está más que acostumbrada al fracaso: anoche “Que me quiten lo bailao” quedó antepenúltima (puesto 23)

La final celebrada en el estadio Arena osciló entre las baladas (es el caso de la pareja ganadora) y los intentos desesperados por llamar la atención: los moldavos se disfrazaron de gnomos y se acompañaron de un hada sobre monociclo, los gemelos irlandeses Jedward dieron brincos hasta agotar a los espectadores sentados en casa y la representante húngara brilló literalmente gracias a sus complementos fluorescentes. Cerca de 35.000 personas asistentes en Düsseldorf y una audiencia global de 125 millones siguieron la gala y, por tanto, el fracaso español. Otro más.

Via: El Mundo