El historietista español Juan López, más conocido como Jan, ha anunciado su renuncia a la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes que el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, le concedió el pasado 28 de diciembre.

El creador de personajes tan populares como Superlópez y Pulgarcito ha hecho público un comunicado en el que señala que en ningún momento se le ha comunicado oficialmentela obtención de la medalla y explica que renuncia a tal reconocimiento por cuestiones éticas.

“Hubiera preferido que se me preguntara de antemano, pero debo decir que ante las circunstancias sociales y políticas actualesno puedo, por ética personal, aceptar la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes que según he sabido por la prensa me concede el Ministerio de Cultura de España. Hecho del que estoy esperando a ser oficialmente informado para actuar en consecuencia”, comenta Jan.

“Siempre he intentado sentirme bien conmigo mismo y sé que para conseguirlo he de actuar lo más ceñido posible a mis convicciones”, añade.

Aun así, el dibujante no ha dejado pasar la oportunidad de agradecer el cariño que ha recibido: “Quiero expresar mi agradecimiento ante las muchas felicitaciones que me han llegado y también, acaso, disculparme por haber levantado tantas expectativas entre colegas y amigos, y sobre todo entre mis paisanos de Toral”.

El rechazo de premios cada vez parece más frecuente. Uno de los últimos casos fue el de Javier Marías, que el pasado octubre rechazo el Premio Nacional de Narrativa. Marías dijo que rechazó el premio “para ser consecuente” con la postura que ha mantenido, “al menos desde 1998”, según la cual nunca aceptaría un premio institucional.

Además de a Jan, el Consejo de Ministros concedió Medallas de Oro al Mérito en las Bellas Artes al bailaor y coreógrafo Israel Galván, a la actriz Amparo Baró, al promotor musical Alfonso Aijón García, al historiador del arte Antonio Bonet Correa, al artista y diseñador gráfico José María Cruz Novillo, al cineasta y escritor Manuel Gutiérrez Aragón, a la coreógrafa Carmen Roche Rubio, al compositor Josep Soler i Sardá y al matrimonio Várez Fisa-Benegas, coleccionistas y mecenas.