Los ingresos de la industria musical española han caído un 77,5% desde el 2001

Con el descenso de las ventas del mercado físico y el repunte discreto del soporte digital, la industria musical española sigue sin tener datos ascendentes desde el 2001, sumando en estos once años de caída un 77,5% de descenso, desde los 626 millones de euros registrados entonces a los 141 actuales.

El mercado ha caído un nuevo 5,08% desde 2011, informa Promusicae en su estudio anual, y, según su presidente, Antonio Guisasola, estos datos “tan tozudos, vuelven desgraciadamente a confirmar que las descargas ilegales siguen constituyendo un expolio continuado e impune en España”, explica en una nota.

Si bien el descenso se ha amortiguado respecto al año anterior, cuando fue del 10,7%, y está ya lejos de los casi 100 millones de euros que perdió la industria entre 2001 y 2012, cuando todavía no existía oferta de pago en el mercado digital y se pasó de los 626 millones a los 530, la situación sigue produciéndole “desasosiego” a Guisasola.

Asumida la caducidad de los soportes físicos, que con unas ventas de 92,8 millones de euros por primera vez se colocan en ventas inferiores a 100 millones, el mercado digital supone en España un 34,23% de las ventas totales en nuestro país, muy por debajo del 55% que representa en Estados Unidos, donde las leyes al respecto son más estrictas.

“Exigimos medidas contundentes, desde ya, que generen optimismo y garantías para poder potenciar todo tipo de nuevos modelos de negocio y difusión de la música”, explica Gisasola, para quien “la ley Sinde era insuficiente al no completar las redes P2P (intercambio de archivos de usuario a usuario) y ni siquiera se aplica con rigor un año después”.

Mientras las cintas de cassette se han extinguido, los álbumes en CD han vendido 11.402.000 copias (un 8,1% menos que en 2011) y el repunte del vinilo para coleccionistas registrado en años anteriores, en 2012 se contrae un 4,3% con 135.000 ejemplares despachados. Eso sí, los sencillos, formato de poca popularidad en España, han subido un 64,3%, aunque sus cifras siguen siendo poco significativas: pasan de las 28.000 unidades a las 46.000.

El mercado físico, pese a sus cifras en caída libre y un descenso en total del 7,89%, sigue suponiendo el 65,7% del mercado musical.

Mientras, entre las distintas opciones que el mercado digital ofrece en España, han sido los servicios mensuales de suscripción para el disfrute de su oferta musical sin posibilidad de descarga —con Spotify a la cabeza en sus dos versiones (Unlimited y Premium)— los que han tenido una mayor acogida, casi duplicando su rentabilidad económica de los 9,5 millones de 2011 a los 18,5 del pasado año. La descarga de pago de canciones, álbumes o vídeos musicales también ha aumentado un 5,57% respecto a 2011 y ha acumulado 14,6 millones de euros, mientras que han caído las ventas politonos y ringbacktonos (la música que suena mientras el teléfono da tono) ha descendido un 16,27%.

Frente a este repunte de lo digital que no compensa las pérdidas de lo físico, Guisasola explica que, sin medidas para reforzar la lucha contra la piratería, “los poderes públicos continúan despreciando la cultura como tejido industrial y elemento difusor de esa ‘marca España’ con la que tanto se les llena la boca”.

Entre las compañías discográficas tradicionales, Universal Music absorbe un 29,3% del mercado, seguida de cerca por Sony con un 26,6% y, en tercer lugar y más alejada, EMI, con un 16,4%. Y entre los artistas más vendidos, como anunció Promusicae el 15 de enero, la “marca España” sí que tiene muy buena acogida, pues artistas nacionales copan los primeros puestos, algo que no sucede en otras industrias como, por ejemplo, el cine, donde la cuota de pantalla del cine español en 2011 fue del 15,59%.

Así, el cantante Pablo Alborán ha colocado tres discos suyos en el top 5 (ocupando el primer, segundo y quinto puesto), dejando en tercera posición a Alejandro Sanz y en cuarta al fenómeno internacional de Adele, única extranjera en la lista de los más vendidos junto a Bruce Springsteen.

En contra de los argumentos que achacan la caída del negocio musical a la piratería, varios estudios señalan que los internautas que más música gratis descargan son también los que más gastan.

Via: EFE