Protagonistas de La jaula de oro ganan premio a mejor actuación en Cannes

Los tres adolescentes protagonistas de la película mexicana “La jaula de oro“, de Diego Quemada-Díez, ganaron el premio conjunto a la mejor actuación en la categoría “Una cierta mirada”, la segunda sección más importante del Festival Internacional de Cine de Cannes en su edicion numero 66.

Se trata de los guatemaltecos, Brandon López y Karen Martínez, de 17 años, y de Rodolfo Domínguez, de 16, quien procede de una comunidad indígena de Chiapas y no hablaba español antes de rodar la película. Los tres son menores de edad y ninguno de ellos es actor profesional.

“No sabía que me iba a emocionar tanto. No puedo hablar. No sabíamos nada y me he quedado sin palabras”, declaró Rodolfo Domínguez al bajar del estrado de la sala Debussy del Palacio de Festivales de Cannes, donde se celebró la entrega de galardones.

“Me siento bastante bien, todo emocionado. Nunca pensé que fuera a tener un diploma. Este diploma va a estar en cuadro de oro en la mejor parte de mi casa”, aseguró por su parte Brandon López, luego de recoger el galardón denominado Un cierto talento.

Con un juego de palabras, el jurado afirmó a su vez que los tres jóvenes tienen “un talento cierto” y el “realismo” que su interpretación le da al filme.

Los tres jóvenes actores recogieron el diploma en compañía del cineasta Quemada-Díez, en presencia del delegado general de Cannes, Thierry Frémaux, y del presidente del jurado, el director Thomas Vinterberg.

Los protagonistas y el director dedicaron el premio a los migrantes, sobre cuya suerte gira la película: “Muchas gracias a todos. El premio va también para todas esas personas que pidieron que contáramos su historia. Como digo en la película ahora siento un montón de animales corriendo dentro de mí” declaró la protagonista del filme, Karen Martínez.

“Muchas gracias a todos vosotros por haber hecho este sueño realidad, por encarnar a la juventud que necesita más oportunidades…Quiero dedicarles esta película a los migrantes, que de alguna manera son héroes, porque se están jugando la vida por ayudar a sus seres queridos y todo el mundo está abusando de ellos”, declaró Quemada-Díez.

Además, La jaula de oro fue galardonada también con una mención especial del premio François Chalais, que de acuerdo con un comunicado, el jurado internacional del galardón –que lleva el nombre de una figura del periodismo francés– otorgó “por unanimidad”.

La jaula de oro suma ya tres reconocimientos en esta participación (el premio François Chalais, Un Cierto Talento y el prestigioso Gillo Pontecorvo).

El premio principal de la sección Una cierta mirada se lo llevó el documental L’Image Manquanteen, que usó pequeñas figuras de arcilla para contar la historia de cómo la familia del cineasta camboyano Rithy Panh pereció bajo el régimen del Khmer Rouge.

Panh, un prolífico cineasta de 49 años, cuyas obras se concentran en la brutalidad en Camboya durante el régimen de Khmer Rouge, entre 1975 y 1979, en el que se estima fueron asesinadas 1.7 millones de personas, dijo que el premio es importante para su país.

“Para un país que ha surgido desde sus dificultades y años de guerra, es importante decir que aún estamos vivos”, declaró Pahn tras recibir su premio.

El jurado encabezado por el director danés Thomas Vinterberg describió el documental como “una de las películas más poderosas que he visto en muchos años” y fue entregado por unanimidad.

Por otro parte, la película francesa “La vie d’Adèle“, del director francés nacido en Túnez Abdellatif Kechiche, obtuvo el premio Fipresci que otorga la crítica internacional.

La cinta de tres horas entusiasmó a la crítica en general por la forma vibrante en que el realizador de 52 años cuenta la vida de una joven (Adèle Exarchopoulos) que descubre su homosexualidad.

En la sección Una cierta mirada, el premio Fipresci fue para el iraní Mohammad Rasoulof por “Manuscripts Don’t Burn”, un drama rodado en la clandestinidad, ya que el realizador tiene prohibido hacer cine en su país.

En la Semana de la crítica, la película distinguida con el premio de la crítica fue la estadunidense Blue Ruin, de Jeremy Saulnier.