Juan Ochoa forma parte de una familia que tiene una ambulancia privada y continuamente la policía les cobraba para dejarlos trabajar, a pesar de que la gente requiriera ayuda urgente médica.

También era gente que no cobraba el 100% de sus servicios, por diversos motivos.

Su historia fue conocida por el estadounidense Luke Lorentzen, quien durante varias semanas los acompañó en su recorrido por la Ciudad de México, retratando todo lo que pasaba.

Así surgió “Familia de medianoche”, documental ganador en Sundance y Guadalajara, que esta semana forma parte de la Gira Ambulante en la capital mexicana.

“Lo que quería mostrar era cómo esta familia está casi capturada en un sistema corrupto; intenta hacer lo mejor, pero vivir en un sistema así, es casi imposible”.

El 70% de los casos atendidos no fue cobrado por la familia a quienes usaron sus servicios, pues no están obligados.

“Pero llega un momento en que, pese a que nos gusta ayudar, nada es gratis en la vida; a nosotros nos cuesta la gasolina, los insumos, los materiales”, indica Juan Ochoa, joven hijo del líder del proyecto.

“Cuando alguien llega a fallecer no cobramos porque entendemos la situación difícil de las familias. No somos improvisados, tenemos estudios certificados”, señala Fernando, papá.

Ganador en los festivales de Sundance y Guadalajara, Familia de medianoche fue una idea que comenzó en la mente de Lorentzen hace unos tres años, cuando vivía a la vuelta del Hospital General y conoció a Juan lavando la ambulancia. Ahí se dio cuenta de que mucha gente desconocía qué tipo de personas tripulan los vehículos privados.

“Vi cómo poco a poco la corrupción de arriba (gubernamental) va llegando a esta familia. Existen programas de gobierno (de salud) que no llegan (a la gente) y en este caso Juan y Fer quieren ayudar, apoyar, pero no tienen las posibilidades de siempre y el sistema los hace tomar decisiones que no quieren”, reflexiona.

Familia de medianoche se estrenará en el verano en salas de Estados Unidos y Canadá; en México se analiza la posibilidad de su estreno comercial.

Es una coproducción en EU y México, recayendo del lado local en No Ficción, compañía de Daniela Alatorre, Elena Fortes (ex directora de Ambulante) y Alejandro Ramírez (Cinépolis).