Prácticamente, no hay
nada mejor que lavarse la cara con agua fría y jabón. A no ser que haya entrado
al baño en forma de regalo de Navidad, no habrá un aftershave cuidadosamente
seleccionado en el armario del baño, porque eso no está en su lista de la
compra.

Es muy poco probable que un sábado por la tarde
veas a unos cuantos hombres en torno  a
un mostrador de perfumes. Pero para todos aquellos que nunca pensaron que las
fragancias de hombre eran para ellos, podéis haber estado bien equivocados. Los
hombres están comenzando a mirar con buenos ojos el mundo de los perfumes y a
todas esas marcas que hacen oler a las mujeres tan bien, que también han puesto
sus miradas en los hombres.
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