¡Tengan!

No recuerdo en mucho tiempo un spot de televisión más estrujante que el de Pedro Galindo. México Unido Contra la Delincuencia lo puso al aire el 28 de junio (al cumplirse un año de la gran marcha contra la inseguridad) en los canales de Televisa, en horario nocturno. Seguramente ya lo han visto. Pedro, un secuestrado, describe que cuando le cortaron el primer dedo sintió dolor; miedo cuando el segundo, rabia cuando el tercero y fuerza cuando le mutilaron el cuarto. Pero lo que lo hará inolvidable es el desenlace. Pedro sube el tono de voz y le exige a las autoridades que no mientan, “que trabajen y salven a nuestra ciudad del miedo, y si les tiembla la mano, ¡tengan, les presto las mías!”, remata acercando sus dos manos, muy fuertes, casi hasta tocar la cámara. Tres amputaciones en la izquierda, una en la derecha.

Es brutal. Es impecable para los fines que busca México Unido Contra la Delincuencia. “El objetivo es sensibilizar a los ciudadanos para que denuncien”, dice la presidenta de esa organización, María Elena Morera. “Y también presionar a la autoridad para que estimule una cultura de la denuncia, y para que los gobiernos tomen de mejor manera la denuncia de los ciudadanos”.

Junto con el de Pedro Galindo está al aire el spot de Martha Cristiana, una madre a la que le mataron a dos hijos y ahora está embarazada por tercera ocasión. En breve se difundirá el tercer spot de la campaña. El personaje será Talina Fernández.

Quizá al enterarse de que se trata de Talina Fernández, e imaginar cómo será el spot, el gobierno del Distrito Federal decidió repetir la fórmula fallida que empleó para desacreditar la gran marcha del 27 de junio de 2004: alegar que se trata de un complot en contra de un gobierno de izquierda.

Andrés Manuel López Obrador dice ahora que los responsables de esta campaña son Carlos Salinas de Gortari y sus secuaces. Increíble, pero cierto. La ciudad no sufre, no teme. Manifestar una inconformidad porque la autoridad no protege y acompaña al ciudadano frente a los criminales es conspirar contra el “gobierno democrático”. Es increíble. Es una perversidad.

Pero al igual que el año pasado, López Obrador fracasará en su embate contra Pedro, Martha, Talina. Por una sencilla razón: la gente está dolida, tiene miedo, tiene rabia y tiene fuerza. Y quiere meter sus manos en una lucha en la que el gobierno ha sido arrasado.

Por lo pronto, la tenacidad de México Unido Contra la Delincuencia y otras agrupaciones sirvió para que 936 municipios cuenten ya con el programa 066 de denuncia telefónica. El gobierno del DF se resiste a sumarse. Alega razones técnicas que Telmex ya le explicó que no son válidas.

Mientras López Obrador inventa conspiraciones, gobiernos como el de Aguascalientes ponen en internet todo el proceso de una averiguación previa para que el ciudadano la pueda seguir paso a paso.

Ese es el camino. La tozudez de algunos gobernantes no podrá detener el avance ciudadano. Cada vez serán más quienes le digan “¡Tengan!” a políticos que, como López Obrador, no quieren ver cuántos dedos le faltan a la realidad.

Ciro Gómez Leyva
publicado en Milenio Diario

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