Jugó con el corazón en la mano y terminó con el oro al cuello.
España, herida por la ausencia de su astro Pau
Gasol, cicatrizó a fuerza de garra, defensa y buena puntería para
coronarse el domingo con un triunfo 70 sobre Grecia en la final del
mundial de basquetbol.
Es el primer campeonato mundial de España, cuyo
mejor resultado era un cuarto lugar en 1982. Grecia, actual rey de
Europa, también mejoró el cuarto puesto que alcanzó en dos mundiales
anteriores.
Estados Unidos ganó el bronce al superar el sábado 96 a Argentina.
Gasol, pilar de la selección, vio
el partido desde la banca en pantalones largos luego de fracturarse el
pie izquierdo en la semifinal contra Argentina.
Aunque no tocó un solo balón, el centro de los
Grizzlies de Memphis fue figura clave en la victoria. Sus compañeros
salieron al tabloncillo con camisetas que leían “Pau también juega’,
y una vez se lanzó la pelota al aire, batallaron como si lo tuvieran al
lado en uniforme.
Las cortinas fueron de hierro, persiguieron los
rebotes y balones sueltos como leones hambrientos y corrieron en
patines de lado a lado.
Jorge Garbajosa y Juan Carlos Navarro se
pusieron la capa de salvadores y acertaron de todos los ángulos. De
afuera del arco, en penetraciones, con defensores cerca y lejos.
Garbajosa, delantero fuerte que fichó con los
Raptors de Toronto para la próxima campaña de la NBA, metió 20 puntos,
con seis triples, incluyendo 11 tantos en la primera mitad. Navarro
aportó 20 y coló cuatro de nueve bombazos.
Felipe Reyes, sustituto de Gasol en la alineación titular, encestó 10, y el capitán Carlos Jiménez atrapó 11 rebotes.
Un poco de suerte tampoco estuvo de más para los
ibéricos. Grecia perdió el mapa hacia el aro y falló todo lo que tiró,
con o sin marca encima.
El quinteto helénico que venció 101 a Estados
Unidos en semifinales desapareció por completo, y en su lugar se
presentó un conjunto desencajado, incapaz de atinar sus triples o de
entrar a la pintura.
Los griegos apenas acertaron el 33% de sus
intentos y fallaron 16 de 21 triples. La receta perfecta para el
naufragio de un plantel que depende en gran medida de su defensa y los
lances de larga distancia.
Mihalis Kakiouzis fue el mejor con 17 puntos, y Theodoros Papaloukas aportó 10.
El resultado prácticamente se decidió en el segundo parcial, que España ganó 25.
Los españoles abrieron el parcial con 10 puntos
al hilo, acentuados por un par de bombazos de Garbajosa, y Grecia no
arañó la pizarra hasta que habían transcurrido tres minutos y medio,
con un tiro libre de Dimitris Diamantidis.
Un triple de Papaloukas fue el siguiente paso,
pero España clausuró la mitad con una racha de 15-7 para irse al
descanso al frente por 43.
La diferencia se mantuvo en 20 en el tercer
período, con intercambio de cestas cuando Grecia realmente urgía de una
detonación de puntos y cerrar el grifo del rival. Ya en el último
parcial era evidente que la victoria sería para España.
Los primeros 10 minutos fueron el único suspenso
del desafío. Reyes abrió con doble, pero los helénicos respondieron con
cuatro puntos. Minutos después, un triple de Kakiouzis puso la tabla
9-8 a favor de Grecia, la última vez que el plantel estaría un escalón
arriba.
