Con fines únicamente periodísticos vi el primer episodio de la telenovela camaleones que protagoniza Belinda, Sherlyn, Edith Gonzalez, Pee Wee y Alfonso Herrera, y fue una basura!, se agradece que intenten hacer otra cosa al hacer persecuciones en moto, varias hummers negras, escenas de acción, balazos, etc. pero le hechura es malisima, simplemente no saben hacer estas escenas, no saben hacer efectos, no saben actuarlas, es de risa o de pena ajena, los dialogos son de risa, la actuación de Belinda es nefasta, ni se diga la de Pee Wee que no sabe actuar y ahora me doy cuenta de su escatologico nombre.

El villano es un tipo detrás de unas computadoras que nunca sale a cuadro que tiene cámaras en las cárceles y todo se ve mas burdo que una película del Santo.

Como lo mio no es la critica telenovelera les pongo aquí la critica de Alvaro Cueva experto en telenovelas, y el coincide conmigo y ya para que el amante del genero y de muchas porquerias diga esto es para que se den una idea!
Inspector Gadget

Columna Alvaro Cueva Milenio Diario:
¡No mames! Ahora sí se la jalaron en Televisa con el estreno de “Camaleones”, la nueva telenovela de las 18:00 de XEW-TV.

Por favor perdóneme por el lenguaje, pero basura con basura se paga.

Mugre es poco. Este título es la decadencia de la decadencia, una desgracia, un error, de lo peor que han visto mis ojos en años. ¡Todavía no lo puedo creer!

¿Cómo es posible que Televisa haya permitido que eso se transmitiera? ¡Cómo! “Camaleones” es una telenovela tan pero tan mala que ni siquiera entra dentro de la categoría de televisión amateur.

A cualquier estudiante lo hubieran reprobado por siquiera imaginar una sola de las escenas de este título. ¡No!

Déjeme lo pongo en antecedentes. “Camaleones” es una producción que había alimentado mis mejores expectativas porque su productora es la gran Rosy Ocampo (“La fea más bella”), porque su historia no es refrito de nada y por su reparto.

Imagínese usted nada más volver a ver a Belinda (“Cómplices al rescate”) y a Alfonso Herrera (“Rebelde”) en telenovela, contar con dos súper nombres como Edith González (“Doña Bárbara”) y Guillermo García Cantú (“Fuego en la sangre”), y tener a dos chicos con tanto futuro como Sherlyn (“Alborada”) y “Pee Wee” (“El show de los sueños”).

¿A usted no le daban ganas de verla? A mí, sí, todas. Ojalá nunca me hubieran dado. Ojalá nunca la hubiera visto.

“Camaleones” es la historia de dos delincuentes que se ven obligados, por una entidad macabra a la que nunca le vemos la cara, a entrar a trabajar a un colegio misterioso donde tendrán que seguir delinquiendo.

El colegio, por supuesto, está lleno de jovencitos rabiosos que dizque pertenecen a diferentes tribus urbanas.

Desde la perspectiva de la producción, este proyecto está hecho con las patas, pero con las patas que anuncian Silka Medic porque hasta para trabajar con las patas hay que tener gracia y los responsables de este proyecto no tuvieron ni eso.

Toda telenovela, por definición, tiene componentes didácticos. ¡Agárrese! “Camaleones” elogia a los delincuentes y nos dice, incluso, que ellos son los que mandan dentro de los reclusorios de nuestra nación.

¿Puede haber algo más delicado en este momento histórico que la transmisión por televisión abierta de una telenovela que elogie a los delincuentes?

Hasta parece que el crimen organizado se la dictó a Televisa porque “Camaleones” no sólo festeja a los delincuentes, los muestra como símbolos sexuales, como chavos divertidos y los justifica por amor, por haber nacido pobres o, lo peor de todo, por el valor de la familia.

Viendo esta emisión, mezcla de “Amigos por siempre” con “Mañana es para siempre”, “El internado” y un montón de películas, usted puede aprender, entre otras cosas, a adorar a los delincuentes y a jamás denunciar al crimen organizado.

¿Y la historia de amor? ¿Y el mensaje positivo? ¿Y la parte aspiracional? ¡Venimos de “La rosa de Guadalupe”, caray!

En términos actorales, “Camaleones” es terrible. Cada actor trabaja en su tono y a su ritmo.

Yo no sé si es a propósito, pero Belinda luce sangrona, Alfonso Herrera se ve de malas y entre ambos no hay nada de química. ¡Nada!

Edith González… ¿Qué está haciendo Edith González ahí cuando ella y Guillermo García Cantú podrían estelarizar la mejor de las telenovelas?

El tono “gay” del personaje de Pee Wee distrae e impide que uno lo mire como enamorado en potencia del rol de Sherlyn que, según entendí, es una emo fashion light que ni alcanza a ser emo, ni fashion ni light.

En resumen, ¿hay dirección de escena? Si la hubiera, las secuencias de acción no estarían tan infames.

Los actores dan una patada y se esperaban a que los otros se la contesten, suena una alarma y media hora después la oyen los afectados.

Y no, no es que en telenovela no se puedan hacer buenas escenas de este tipo. Cámbiele a los melodramas brasileños, argentinos y colombianos y se va a querer morir de la vergüenza por el contraste.

Es más, cualquier videohome de rancho de los años 80 tenía mejores secuencias de acción, golpes y suspenso que “Camaleones”. ¡Cualquiera!

¿Qué fue lo que pasó ahí? ¿Quién autorizó este proyecto? ¿Quién mal aconsejó a Rosy Ocampo? “Camaleones” es una monstruosidad, algo que jamás se debió haber producido. ¡No mames! ¡Qué asco!