La inteligencia británica tenía un plan ante la eventualidad de que la mujer se arrepintiera a último minuto.

Según The Register, el MI5 (servicio de inteligencia) elaboró la “Operación Calabaza”, que ayudaría a abrir espacios para que Kate Middleton dejara el lugar del matrimonio y huir.

El plan consistía en que si Kate desistía de casarse, se le permitiría quedarse en la Abadía de Westminster junto con sus guardaespaldas, a una distancia que no se conocería. Asimismo, policías encubiertos estarían en la multitud que se agolparía a las fueras del lugar, para formar una especie de cuña móvil y así despejar el camino para que Middleton se alejara.

Kate Middleton
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¿Y si el Principe William quería alcanzarla? Eso también estaba contemplado. Si el Príncipe quería jugársela por última vez, la cuña seguiría abierta para que él la alcanzara. Claro que contaba con poco margen de tiempo, ya que tras cruzar toda la multitud la habría perdido.

Si Kate no hubiese sido detenida por el futuro rey, habría sido dirigida a un taxi colocado en una posición estratégica, que la llevaría a su casa de soltera.

Felizmente para ambos, el plan no fue ocupado.