CANCÚN.- El ojo del huracán “Wilma” tocó tierra ayer viernes en el Noreste de la Península de Yucatán, se mantuvo durante casi todo el día sobre la Isla de Cozumel para trasladarse, lentamente, a siete kilómetros por hora, tres veces menos de la media, hacia Cancún, donde azotaba al cierre de esta edición.
Tras descargar su furia, “Wilma” dejó varadas en refugios a unas 50 mil personas, entre residentes y turistas.

Anoche reinaba una relativa calma en la región, como consecuencia de que el ojo del huracán se encontraba sobre Cancún, aunque la fuerza del viento derribó árboles, destruyó señales y carteles, y sobre todo provocó inundaciones en las principales calles y avenidas.

El gobernador de Quintana Roo, Félix González Canto, advirtió, en entrevista con Televisa: “Lo peor está por venir”.

Según datos del Centro Nacional de Huracanes (CNH), con sede en Miami, los vientos máximos sostenidos alcanzan 220 kilómetros por hora, con ráfagas más fuertes, y por el momento se desconoce de la existencia de víctimas.

El CNH proyecta un debilitamiento de “Wilma” durante las próximas 24 horas, mientras se mantenga sobre tierra.
Los vientos con fuerza de huracán se extienden hasta 140 kilómetros desde el ojo del ciclón, y los vientos con fuerza de tormenta tropical llegan hasta los 325 kilómetros. El Informador