“bájenle… y perdonamos a su gente”

La detención, ayer, de dos reporteros de Crónica, confirma que la traen contra este diario.

Lo muestra la maniobra fraguada en la delegación Álvaro Obregón, para llevar a los calabozos a los periodistas, y el aberrante y mentiroso boletín de la PGJDF.

En la celada tuvieron el apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública local, que acudió solícita a detener periodistas ilegalmente.

Este nuevo ataque ocurre dos semanas después de que turbas de panchosvillas y miembros de las células bolivarianas de Hugo Chávez, amenazaron a Crónica con: ”te tenemos en la lista”.

Y dicen que van a respetar la libertad de expresión.

Maniobra para la detención

Publicamos la construcción, sin permisos, de una gran casa del diputado local perredista en Lomas de Tetelpan, y que el dueño era el diputado perredista de la ALDF, Rafael Hernández Nava.

Después de varias notas la delegación le puso los sellos de clausura a la casa, pero los trabajos siguieron.

Lo publicamos y la delegación citó a los diaristas a la verificación de la violación de los sellos; ellos los llevaron a la casa, los invitaron a pasar, y una vez adentro, los detuvieron.

Patrulleros que cayeron como del cielo, los trasladaron al MP 53, donde los metieron a los calabozos, acusados de allanamiento de morada, y lesiones que se provocó la hija del diputado.

Miente la procuraduría

El boletín de la PGJDF es una sarta de mentiras.

Afirma que los reporteros se hicieron pasar por funcionarios de la delegación, que se metieron a la mala a la casa, que lesionaron a la hija del diputado, que rechazaron que intervenga el MP.

Que los abogados de los diaristas “tuvieron” que dialogar con la familia y convencer a Belén Hernández para que “otorgara el perdón”.

No dice que diputados del PRD hablaron al diario para pedir, “bájenle… y perdonamos a su gente”, ni que un enviado fue ante el MP a retirar la acusación.

Ni dice tampoco que esto ocurrió cuando el asunto estaba ya en los periódicos, en la radio y en las comisiones de derechos humanos.

¿Quién decidió perdonar?

El diputado Hernández Nava otorgó el perdón a los reporteros.

¿Perdonar qué?, ¿que hagan su trabajo?

No, el diputado busca el perdón de aquellos a quienes agredió.

Y es posible que no haya sido él quien decidió perdonar, sino alguien que está sintiendo que no todo está decidido todavía.

Estos atropellos, como otras actitudes insolentes e insultantes, están empezando a contar.

Funcionan como un boomerang, golpean en la cabeza a quien las lanza.

No es que de pronto se pongan a respetar a la gente.

No, lo que pasa es que las encuestas cambian de color.

Y eso sí preocupa. La Cronica

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