Venezuela: Chávez quiere quitar concesiones a la TV

El presidente Hugo Chávez anunció ayer que ordenó la revisión de las
concesiones de las televisoras privadas que se vencen el 2007 y dejó
entrever que podrían ser caducados los permisos.

"He ordenado
la revisión de las concesiones de las plantas de televisión", dijo
Chávez durante un acto en el Ministerio de la Defensa, luego de
realizar duras críticas a las televisoras locales a las que acusó de
transmitir mensajes dirigidos a "dividir a los venezolanos".

"Habrá
que revisar las concesiones de las televisoras que se van a vencer
pronto en el 2007…Nosotros no podemos ser tan irresponsables de
seguir dándole concesiones a un pequeño grupo de personas", comentó el
mandatario.
"Me
importa un comino lo que digan los oligarcas del mundo. Me importa es
la suerte de mi patria y la unidad de Venezuela", señaló el gobernante
al asegurar que estaba dispuesto a no renovar las concesiones a las
televisoras privadas.

Expresó que en "nombre de una supuesta
libertad de expresión", hay uno grupo, que no identificó, que utiliza
los canales privados para emitir mensajes que van "contra nosotros
mismos".

Chávez, vestido con traje de faena militar y su
característica boina roja, indicó que la "campaña" de las televisoras
"viene pagada desde el imperio", en evidente alusión a Estados Unidos.

"Esto
es otra amenaza más de un presidente autoritario, quien no cree en la
libertad de expresión", declaró a la AP el director de la televisora de
noticias Globovisión, Alberto Federico Ravell.

Apuntó que la
declaración de Chávez es "una amenaza para que los canales de
televisión se comporten como el gobierno quiere antes de un proceso
electoral". Para el 3 de diciembre están previstas las elecciones
presidenciales donde el gobernante optará a la reelección.

"Vamos
a seguir informando a los ciudadanos las cosas buenas y malas que pasan
en este país a cualquier riesgo, incluyendo el riesgo de perder nuestra
concesión", añadió.

El mandatario ha mantenido durante sus
siete años de gobierno tirantes relaciones con los principales diarios
y televisoras del país a los que ha acusado de difundir "mentiras" y de
conspirar.

Los principales medios de comunicación locales se
sumaron al paro que convocó en diciembre del 2002 la oposición para
presionar la renuncia del presidente.

Como parte de las
acciones de protesta las televisoras suspendieron por dos meses la
difusión de comerciales y su programación habitual, y sólo se limitaron
a pasar películas, dibujos animados y los noticieros.

Los
dueños de las televisoras locales han denunciado que el gobierno de
Chávez ha recurrido al ente supervisor de las telecomunicaciones, y al
organismo tributario para presionarlos a través de procedimientos
administrativos y millonarias multas. Las autoridades venezolanas han
rechazado las alegaciones.